Lifting Facial: Rejuvenecimiento Profundo para un Aspecto Más Joven
El lifting facial, o ritidectomía, es un procedimiento quirúrgico meticulosamente diseñado para combatir los signos visibles del envejecimiento en el rostro y el cuello. Este tratamiento aborda problemas comunes como las arrugas profundas, la flacidez de la piel y la pérdida de la definición de los contornos faciales, que suelen aparecer con la edad. Durante un lifting facial, se realiza la eliminación cuidadosa del exceso de piel, se tensan los músculos y los tejidos subyacentes y, a menudo, se redistribuye la grasa para mejorar el volumen y el contorno facial. Este enfoque integral no solo suaviza y estira la piel, sino que también reestructura las capas más profundas del tejido facial, lo que resulta en un aspecto significativamente más joven y rejuvenecido. Cada procedimiento se personaliza para responder a las necesidades específicas del paciente, asegurando que los resultados sean tanto efectivos como naturales.
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El lifting facial generalmente se realiza en una sola sesión, aunque los detalles específicos pueden variar según las necesidades individuales del paciente.
El lifting facial típicamente requiere anestesia general o sedación profunda para maximizar la comodidad del paciente durante el procedimiento.
Una sesión de lifting facial puede durar varias horas, dependiendo de la complejidad del procedimiento y si se combinan otros tratamientos.
La preparación para un lifting facial incluye evaluaciones médicas previas, evitar medicamentos que pueden aumentar el riesgo de sangrado, y cesar el consumo de tabaco, entre otros cuidados específicos recomendados por el cirujano.
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