Hilos Tensores: Rejuvenecimiento Facial sin Cirugía para un Aspecto Naturalmente Joven
Los hilos tensores se insertan debajo de la piel utilizando agujas finas, lo que permite reposicionar y elevar los tejidos faciales. Este proceso no solo levanta la piel, sino que también promueve la regeneración de colágeno, lo que mejora su elasticidad y volumen a lo largo del tiempo. El procedimiento se realiza bajo anestesia local y dura entre 30 y 60 minutos, dependiendo del área tratada.
Una vez colocados, los hilos se integran con el tejido de la piel y comienzan a disolverse gradualmente, dejando un marco de colágeno que mantiene la piel tensa y firme. Los resultados pueden durar entre 18 a 24 meses, tras los cuales el tratamiento puede repetirse. Es importante realizar este tratamiento con profesionales experimentados para asegurar la correcta colocación de los hilos y maximizar los resultados.
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El procedimiento suele ser bien tolerado con anestesia local, y los pacientes pueden experimentar una leve molestia.
Los efectos pueden durar de 18 a 24 meses, dependiendo del tipo de hilos usados y de la respuesta individual del paciente.
Los efectos secundarios comunes incluyen hinchazón, moretones y leve dolor en el área tratada, que generalmente desaparecen en pocos días.
Idealmente, candidatos entre los 30 y 60 años que buscan un efecto rejuvenecedor sin someterse a una cirugía.
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