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No, el tratamiento con K-láser es indoloro. Los pacientes pueden sentir una ligera sensación de calor en el área tratada, pero generalmente es bien tolerado y no causa dolor.
Una sesión típica de K-láser dura entre 3 y 8 minutos por área tratada, dependiendo de la condición específica y la extensión del área afectada.
El número de sesiones necesarias varía según la condición y la gravedad de la misma. Algunos pacientes notan mejoría después de la primera sesión, pero generalmente se recomiendan entre 6 y 12 sesiones para obtener resultados óptimos.
La terapia con K-láser es muy segura y tiene pocos efectos secundarios. En raras ocasiones, los pacientes pueden experimentar fatiga temporal o aumento del dolor en el área tratada, pero estos síntomas suelen ser leves y transitorios.
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